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La nueva producción de Albert Pintó esta recibiendo una gran acogida en cines
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Una película basada en hechos reales
La última producción de no ficción del director Albert Pintó está creando una gran controversia. Los usuarios que ya han visto la película no se ponen de acuerdo en relación a la puntuación del film. Para algunos, Malasaña 32 es una película muy predecible y poco trabajada, pero para otros es una verdadera joya de este tipo de cine.
Una familia de los 70 que decide emigrar
La historia de Malasaña 32 da comienzo en plena Transción española, a finales de los años 70. La familia Olmedo deja su pueblo en busca de un aumento de calidad de vida, lo que les lleva a la capital de España.
Tras esto, la familia de la joven Amparo (Begoña Vargas) ha decidido instalarse en un antiguo piso en el número 32 de la calle Manuela Malasaña de Madrid. No obstante, hay algo que desconocen: la casa que han comprado tiene más sombras que luces, y no están solos. Algo que desconocen pondrá en peligro sus vidas y tendrán que defenderse.
Algunos de los personajes de los personajes más relevantes
Amparo es una joven que tiene multitud de sueños e ilusiones por cumplir. Aunque todavía no es mayor de edad, hace tiempo comprendió que en el pueblo no iba a conseguir todo lo que deseaba en la vida. Quiere viajar. Ser libre. Sueña con ser una de esas guapas azafatas que ha visto en los folletos de las compañías aéreas. Pero, para su sorpresa, cuando llega a Madrid, nada va a ser como había imaginado.
Manolo y Candela son el matrimonio de la familia. A pesar de tener 40 años, ella nunca ha llegado a salir del pueblo. Por otro lado, el padre de familia tiene 43 años y lleva media vida trabajando en el campo. Este es un hombre rudo, de carácter fuerte, parece que lleve a la espalda más de una preocupación, por eso quiere empezar una nueva en Madrid, con su familia, para ser, por primera vez en su vida, feliz.
No obstante, algo pasa entre esta pareja. Manolo y ella guardan un secreto que los ha llevado a tener que marcharse con su familia lejos de toda la gente que los conoce.
El abuelo de la familia es un hombre sencillo y de campo. De joven tuvo que ser alguien a quien no se le llevaba la contraria. Pero tras ir envejeciendo, ya no es más que un anciano con demencia senil. No obstante, a veces tiene destellos de lucidez, que le hacen ver cosas donde otros no las ven.
Los hermanos de la familia
Pepe y Rafa son dos de los hijos de esta familia. El primero es el hermano mayor, un chico triste que parece encontrarse mejor solo que acompañado. Nunca se le dio bien hacer amigos, y mucho menos las chicas. Tiene que encontrar trabajo para ayudar a la familia. Pero su miedo a que se rían de su tartamudez le lleva a no poder salir de su casa.
El hijo menor es Rafa. Este es el ojito derecho de su madre Candela. Es un poco trasto, como todos los niños inquietos de cinco años. Aunque parece que no se entera de nada, siempre está atento a todo lo que sucede a su alrededor y su juventud le llevan a acercarse demasiado a los peligros.
Una más que aceptable película para no dormir
Este espectacular film Malasaña 32 cumple con creces las expectativas puestas en ella. Desde la ambientación hasta los vestuarios, cada una de los detalles están cuidadosamente seleccionados y colocados.
Una película que continúa el buen camino marcado en el terror patrio, sabiendo hacer las cosas bien. El equipo artístico de Malasaña 32 cuenta con nombres ya conocidos por el gran público y en algunos de sus casos se estrenan en el género de terror.
Iván Marcos interpreta a Manolo, padre de la familia Olmedo. El actor ofrece una labor notable, con una expresividad acertada, aunque no lo exprime por las limitaciones narrativas. Por su lado, Bea Segura, como Candela, está bien, aunque en algunos momentos peque de dosis extra de dramatismo.
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