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Keanu Reeves y Winona Ryder vuelven a compartir escena en esta comedia romántica
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La búsqueda de la media naranja ya no complace a un público que rechaza el amor romántico
Winona Ryder es una de las actrices más reconocidas del momento dado a su papel de Joyce, madre de Will en Stranger Things. Esta vez, se disfraza de romántica para interpretar a Lindsay. Esta tendrá que pasar un fin de semana junto a Frank. La relación, que comienza del lado del odio, acaba por dejar paso al »estamos hechos el uno para el otro».
Sinopsis
Lindsay (Winona Ryder) y Frank (Keanu Reeves) se conocen en la boda del ex de ella. Pronto descubren que tienen muchas cosas en común: los dos odian a la novia, al novio, la boda y a ellos mismos. Cansados de todo el mundo que les rodea, ambos empezarán a sentir algo el uno por el otro y deberán decidir si es más fuerte el corazón o su sentido común.
No hay peor enfermedad que la soltería
Los solteros están para que se les empareje y para nada más. Esa es la premisa de la película La boda de mi ex, dos personas que desentonan con la vida porque aún no han dado con su media naranja. Ásperos y desagradables con el mundo porque sin el amor verdadero se sienten vacíos y hasta incompletos. Menos mal que al final se dan cuenta de que están hechos el uno para el otro, porque qué mejor alma gemela que alguien igual que tú.
La película es otro alegato más del amor romántico que durante décadas y décadas ha saturado el cine de Hollywood, pero que por fin hoy, el público empieza a rechazar. Ya no satisface el amor como salvavidas, hemos abierto los ojos a una realidad difusa entre tanto filtro venenoso. Disney fue la gran máquina reproductora del amor verdadero, que se volvió como aquello a lo que aspirar. Pero corrientes como el feminismo, han puesto en valor que ni la mujer, ni tampoco el hombre, es una mitad. Es entero por sí mismo y no necesita una pareja como obligación sino como complemento a una vida individual ya plena. Así que ahora, los espectadores quieren películas que desmitifiquen la relación sentimental.
Dos rostros conocidos
Con el papel de Lindsay sobre la mesa, en seguida surgió el nombre de Ryder. La actriz, además de aceptar la propuesta, envió el guion a su viejo amigo y colega Reeves, quien dijo sí a interpretar a Frank. Trabajaron juntos en Dráculade Bram Stoker (1992) y en A Scanner Darkly (2006). Dos éxitos que distan mucho de este relativamente nuevo largometraje.
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